jueves, 24 de noviembre de 2022

La antigua pelea



Un pequeño resumen de la porción de la semana, Toldot, nos habla de que Itzjak se casa con Rivka. Luego de veinte años sin hijos, sus plegarias son respondidas y Rivka concibe. 

El embarazo es difícil, ya que “los niños se pelean dentro suyo”; Di-os le dice que tiene “dos naciones en su vientre”, y que su hijo menor prevalecerá por sobre el mayor.

Eisav sale primero. Iaacov nace tomando el talón de Eisav. Eisav crece para ser un “cazador, un hombre del campo”; Iaacov es un “hombre completo”, un habitante de las tiendas del estudio. 

Itzjak prefiere a Eisav, Rivka a Iaacov. Volviendo exhausto y hambriento del campo luego del día de caza, Eisav vende a Iaacov los méritos que le corresponden como primogénito por un guiso de lentejas rojas.

Itzjak se pone anciano y ciego, y expresa su deseo de bendecir a Eisav antes de su muerte. 

Mientras Eisav sale a cazar para preparar la comida preferida de su padre, Rivka viste a Iaacov con la ropa de Eisav, cubre sus brazos con piel de cabra para simular a su velludo hermano, prepara un plato similar y envía a Iaacov hacia su padre.

Iaacov recibe la bendición de su padre para tener “el rocío del cielo y lo mejor de la tierra” y para gobernar a su hermano. Cuando Eisav vuelve y el engaño es revelado, todo lo que Itzjak puede hacer por su hijo es predecir que vivirá por su espada y que, cuando Iaacov descienda, Eisav subirá.

¿Qué leo en esta porción? Dos hermanos en pugna, tal como fue Caín contra Abel desde el inicio de la civilización.  Pareciera increíble que siendo el mundo tan amplio y siendo ellos de talentos tan distintos, aún así hubiera tanto problema para "caber" en el mismo mundo sin querer matarse.

¿No es acaso la historia humana? ¿Siempre estar volteando a ver lo que el otro tiene que yo no?

¿No es acaso esa una corrección que aún tenemos pendiente en nuestra humanidad?

Y aquí seguimos :-(

¿Cómo aceptas tú las diferencias entre los que te rodean y tú mismo? ¿Te lo llevas bien o también te enciende el ánimo ver lo que otros pueden y logran y no necesariamente te satisface lo que tu puedes y logras?

Reflexionemos,

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt - Coach

Imagen https://serpadres.com/ninos/como-poner-limites-a-las-peleas-entre-hermanos/36999/



martes, 22 de noviembre de 2022

Las acciones bondadosas no reconocidas no son menos valiosas.

 


Aunque estemos o no acostumbrados a recibir reconocimiento, en algún momento llegamos a esperarlo, y no sólo por nuestros logros sino por nuestras acciones bondadosas, caritativas y justas. 

Michael Berg dice en Los secretos de la Biblia “Queremos reconocimiento por lo que hacemos y nos molestamos cuando no lo obtenemos. La porción de Toldot nos ayuda a entender cómo este deseo de reconocimiento actúa en nuestra contra”.

Toldot cuenta la historia de Esav y Yaakov, los gemelos de Rebeca e Isaac. Los gemelos se pelearon para decidir quien saldría primero del útero de su madre. Esav ganó la batalla y, por lo tanto, es el primogénito. Eso le da derecho a la bendición de su padre, lo cual tiene un significado espiritual. La bendición de un padre hacia su primogénito es como abrir un canal de Luz adicional para su vida.

Los gemelos eran polos opuestos. Esav era alto, velludo y creció para ser cazador y granjero. Yaakov era pálido y lampiño, un hombre que “habitó en carpas”, es decir, estaba más interesado por el estudio y la plegaria que por la vida al aire libre. Yaakov era un pensador espiritual, deseaba las bendiciones del primogénito y creía que su hermano no merecía tal honor.

Yaakov tenía tantos deseos de recibir la bendición y el reconocimiento de su padre que actuó de manera deshonesta. No estaba satisfecho con la Luz que traía a su vida a través de las plegarias y el estudio, él quería la bendición de su padre. El deseo de reconocimiento puede ser tan motivador como el amor o el éxito.

La Kabbalah nos enseña que las acciones bondadosas no reconocidas no son menos valiosas. El trabajo duro aún vale y la perseverancia siempre será recompensada, a fin de cuentas.

Michael Berg dice que “Idealmente, deberíamos evitar que los que no están involucrados directamente con nuestra vida espiritual, sepan mucho, especialmente sobre nuestros actos de compartir, porque las buenas acciones anónimas revelan la mayor cantidad de Luz”.

Compartir es un acto poderoso y cuando dejamos ir nuestra necesidad de reconocimiento, nos permitimos sentirnos bien de adentro para afuera en vez de afuera para adentro. No necesitamos que alguien nos reconozca por trabajar duro o por realizar actos bondadosos. Las bendiciones vendrán a nosotros, no importa si los demás saben o no sobre nuestras buenas acciones. Compartir es intrínsicamente valioso, no porque ganes algún tipo premio sino porque trae más Luz al mundo y a la vida de las personas con quienes compartimos.

Todo un reto en esta época hiperconectada donde pareciera que para existir tenemos que aparecer en redes sociales. 

Que sutil equilibrio nos es solicitado ¿No crees? Pero vale la pena recordarlo las acciones bondadosas no reconocidas no son menos valiosas.

Jacob fue al fin del día, la carroza de la columna central, del balance entre la misericordia y el rigor y por quien se reveló la posibilidad de la restricción, por tanto de la elección libre de nuestra polaridad o inclinación para los humanos que venimos después.

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt - Coach

Texto publicado en El Centro de Kabbalah Internacional

https://www.kabbalah.com/es/articles/desire-for-recognition/