miércoles, 16 de noviembre de 2022

La persecución del efecto

 


Y levantaron a Jonás y lo arrojaron al mar.

Esta historia la vemos mencionada en el Zohar, donde se habla de muchas mas cosas que en la Biblia, ya que es su decodificación de la Torah, amén de muchos otros secretos espirituales que encierra.

La mayor parte de las veces, nos olvidamos de las acciones que hicimos o dejamos de hacer, que fue el problema de Jonás. El tenía comisionada una acción pero la quiso evadir, por inseguridad por temor, o por no confiar en Di.os que se la solicitaba, pero ese intento de omisión lo persiguió como un efecto de enfurecer al mar que cruzaba en un barco mientras trataba de huir. Fue solamente cuando lo lanzaron al mar que este (el mar) se tranquilizó y dejó al navío seguir avanzando, pero a Jonás se lo tragó el enorme animal.

Sabemos que no murió y que vivió para contarlo y para entender que la causa de su "persecución" aún por el mismo océano, había sido no hacer lo que le correspondía.

Desde el estudio de la Kabbalah entendemos que: La ley universal de causa y efecto está profundamente embebida en nuestra realidad, por cada acción negativa (o inacción como ya lo estuvimos viendo arriba) y hay una reacción igual mente negativa pero en sentido inverso, es decir hacia ti. El concepto del tiempo, sin embargo, crea una separación entre causa y efecto en nuestro mundo físico. 

Cuando el hombre comete un acto negativo, el tiempo retrasa las inevitables consecuencias, las repercusiones de las acciones inicuas (injustas o malvadas), aparecen en una fecha posterior, creando la ilusión que estás repercusiones son eventos casuales fortuitos, y nuestra inclinación negativa entonces nos induce a culpar a Di-os porque la causa original nuestra acción negativa está olvidada y escondida en algún lugar del pasado.

Pero si somos sinceros, si somos cabales, si somos espirituales, no podemos pensar que algo pasa de la nada.

¿Qué acciones u omisiones están en tu actual ruta?

Quizás eso es el obstáculo que hay que atravesar para llegar a nuevas causas y nuevos efectos.

Piénsalo.

Moraleja: nadie se escapa de lo que le corresponde, así que más vale pronto que tarde en el mundo de la transformación espiritual.

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt - Coach

Traducción de El Zohar porción Jayei Sarah

Imagen https://ebherencia.org/articulos/lecciones-de-la-historia-de-jonas

 


 


 


martes, 15 de noviembre de 2022

Los preciados días de tu vida

 


Nuestra guía y sabiduría de la semana es la porción de Jayéi Sará o la Vida de Sará. Es la historia del fallecimiento de la esposa de Avraham y del descubrimiento del alma gemela de su hijo Yitsjak. 

Sará vivió 127 años. Cada año de la vida de Sará estuvo lleno de la Luz del Creador. Se dice que luego reencarnó como la Reina Ester, que gobernó 127 naciones. 

Avraham y Sará eran almas gemelas, ambos eran profetas; aunque está escrito que Sará era incluso mejor profeta que Avraham. Sará era tan justa que hasta los ángeles estaban a sus órdenes. ¿Una presencia tan grande como ella pudo haberse apagado tan fácilmente como una vela que es soplada? 

La respuesta es no. Sará siguió viviendo aun después de su muerte. Después de que Avraham sepultó a Sará, pidió a su siervo que viajara para conseguir el alma gemela de su hijo Yitsjak. El siervo viajó al lugar donde Avraham había profetizado que estaría el alma gemela de Yitsjak, la encontró y regresó con ella.

Su nombre era Rivká. Cuando Yitsjak la conoció, la llevó a la tienda de su madre y, desde que entró, el lugar se llenó de Luz. Cuando Sará murió, la Luz en su hogar se había apagado, pero cuando Rivká se unió a Yitsjak, la Luz reapareció.

“Entonces Yitsjak la trajo a la tienda de Sará, su madre, y tomó a Rivká y ella fue su mujer, y la amó. Así se consoló Yitsjak después de la muerte de su madre”. Aquí la Torá nos enseña sobre la transición de la energía y la continuidad de la vida. 

Yitsjak fue consolado como si su madre estuviese viva de nuevo, y en efecto lo estaba. Su energía regresó y, después de todo, la energía de algo es aquello con lo que nos conectamos. Amamos la fisicalidad de una persona, pero amamos mucho más su energía; ya que somos más energía que materia.

Jayéi Sará nos permite ver nuestra inmortalidad y ser reconfortados por la infinitud de la vida, aun cuando parezca lo contrario.

Karen Berg

Hemos vivido varios años en que muchas personas que conocemos han partido. Generacionalmente es lo normal, comenzamos a tener la edad promedio en la que comenzamos a conocer la orfandad, la edad promedio en que los ancianos comienzan a irse. No es una norma, sabemos que hay gente muy joven que también parte, pero nos volvemos más conscientes de las cosas cuando nos suceden en carne propia y ahora somos muchos inmersos en la experiencia de la senectud de nuestros padres y familiares y todo lo que eso emocionalmente implica, para ellos y para nosotros.

Hoy observo la importancia del papel que cada uno tomamos en esta "tragicomedia humana". 

Todos somos importantes en el devenir de la historia tal como es. Si alguno de nosotros no hubiera existido, todo el mundo alrededor sería completamente diferente. Me es bastante impactante pensar en que cada uno de nosotros somos claves en la vida de tantos, y tantos en nuestra propia vida.

Quizás sea verdad que solo atravesamos un velo y que la muerte es una ilusión, pero mientras que eso sucede, asegúrate de vivir completamente, cada uno de los preciados días de tu vida.

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt & Coach

Itálicas e imagen  https://www.kabbalah.com/es/articles/never-having-to-say-goodbye/