jueves, 24 de marzo de 2022

La limpieza del alma



Nuestra porción esta semana es Sheminí, y la leemos esta semana en el llamado Shabat Pará

Shabat Pará es el Shabat de la limpieza que siempre está antes del inicio del nuevo año astrológico y del mes de Aries. 

El Creador siempre nos provee el antídoto antes de que el caos nos afecte, y esta semana recibimos la restauración que necesitamos para comenzar el año nuevo con un buen pie.

Sheminí describe la purificación de los israelitas, que era guiada por los sacerdotes, Aharón y sus hijos. Sheminí nos lleva justo al momento después de la ordenación de los sacerdotes y del inicio de su trabajo de sanación. Desafortunadamente, dos de los hijos de Aharón murieron en ese proceso. La purificación y los sacrificios necesitaban un comportamiento muy específico y se relacionaban directamente con el Creador; la energía estaba más allá de lo comprensible. 

Al igual que lidiar directamente con el sol, la energía tenía el potencial de provocar un desastre como ocurrió con los hijos de Aharón. Pero Aharón entendió inmediatamente que su gran pérdida era una limpieza y el equilibrio de su propio karma. 

Aharón conocía el papel fundamental que él tuvo en la creación del becerro de oro, el ídolo sustituto de Moshé. Él sabía que había minimizado su única protección y Luz al crear este reemplazo de Moshé y el Creador. Sabía que sus hijos le fueron arrebatados a causa de su error. Su gran pérdida era una limpieza necesaria y el equilibrio de la energía kármica que formaba parte del proceso único de Aharón. 

Además de ese equilibrio kármico de energía, tenemos Shabat Pará. Shabat Pará significa Shabat de la vaca roja. El Midrash nos dice que la vaca roja era la madre del becerro de oro. ¿Cómo es posible que un animal de sacrificio sagrado haya dado nacimiento a un ídolo de oro? Esto claramente nos muestra que hay una conexión metafísica entre el becerro de oro y la purificación que proporcionaba la vaca roja. 

En esta porción adicional de Shabat Pará, que se lee esta semana junto a Sheminí, leemos sobre el sacrificio de la vaca roja. Milagrosamente, a través del sacrificio de la vaca roja se elimina y limpia toda la caída de los israelitas con el becerro de oro. La historia de Aharón y Shabat Pará nos dan una de las oportunidades más grandes para la limpieza espiritual, así como un ajuste de la deuda kármica para todo el año. Estos regalos vienen para purificarnos de cualquier error que hayamos cometido, lo cual nos renueva y nos prepara para las bendiciones por venir.

Karen Berg 

https://www.kabbalah.com/es/articles/the-cleansing-of-the-soul/


martes, 22 de marzo de 2022

El tamaño de la vasija

 

¿Por qué cada año repetimos la lectura de toda la Torah?

Normalmente uno no va por la vida leyendo el mismo libro una y otra vez por más que sea tu favorito, a menos que estuvieras haciendo una investigación, una profundización en todos los niveles de su contenido, del autor, del contexto histórico, de sus influencias etc., pero lo normal, es leer una vez, guardar en el librero y normalmente no regresar al texto nunca más.

La Torah no es un libro cualquiera, es un código que cada vez nos puede proporcionar entendimiento más y más profundo de nuestra existencia, pero no puede revelarnos más de lo que nosotros estemos listos para captar, es igual que La Luz y La Vasija. La capacidad de dar de la Luz es infinita pero la capacidad de recibir necesariamente responde a "el tamaño de la vasija".

¿Por qué necesitamos revisar año con año las lecciones?

En la vida humana, lo que hicimos ayer necesariamente nos funcionará hoy y siempre. No es suficiente para propiciar un crecimiento. 

Cada día es nuevo y nos da la oportunidad de ser mejores, tenemos el potencial de hacer y lograr más. Siempre va a haber otro nivel para que crezcamos. Siempre habrá otro aspecto de la misma lección. Cada día puedes ver otro aspecto de la misma persona, de la misma situación. 

Si no estoy aumentando mi capacidad, entonces no pueden venir más oportunidades ni nuevas lecciones o comprensiones. 

Cada día tiene una nueva historia, cada semana una nueva visión y cada año una oportunidad completamente nueva. 

La razón por la que vemos la vida como mundana es porque olvidamos que cada día es nuevo, con nuevas oportunidades. Deberíamos despertarnos con un “GUAU” por el nuevo día. No hay ninguna promesa de que vamos a despertar y no todo el mundo lo hace. Hay gente que se va a dormir por la noche y no se despierta por la mañana. 

Un nuevo día y una nueva oportunidad no son garantía. Necesitamos apreciar todos y cada uno de los días de principio a fin. 

Leemos esta porción todos los años. Entonces, ¿cuál es la diferencia? Nuestra consciencia, nuestro acercamiento y apertura a una nueva forma de entender. 

Si quieres ver algo diferente, entonces lo harás. Si hoy tienes ganas más grandes que el año pasado podrás ver reveladas lecciones nuevas y diferentes. 

Debes tomar la decisión de aumentar tu deseo. Entonces se puede revelar otro aspecto de la persona, la lección y la luz. Se trata de ti, tu consciencia y las elecciones que haces.

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta - Coach

Basado en estudios hechos en El Centro de Kabbalah Internacional

Imagen Ali Baba en español