jueves, 26 de agosto de 2021

Seis sabios ciegos y el elefante

 


Si tú estás seguro de que el camino en el que estás es una bendición y que estas haciendo lo que debes de hacer, puede ser incómodo, pero por dentro estarás felices de que así es.

Esta es una afirmación fácil de leer, difícil de vivir especialmente porque a veces nos pasa como la historia de Los seis sabios ciegos y el elefante ¿La conoces?

En la Antigüedad, vivían seis hombres ciegos que pasaban las horas compitiendo entre ellos para ver quién era el más sabio.

Exponían sus saberes y luego decidían entre todos quién era el más convincente. Un día, discutiendo acerca de la forma exacta de un elefante, no conseguían ponerse de acuerdo. Como ninguno de ellos había tocado nunca uno, decidieron salir al día siguiente a la busca de un ejemplar, y así salir de dudas.

Puestos en fila, con las manos en los hombros de quien les precedía, emprendieron la marcha enfilando la senda que se adentraba en la selva. Pronto se dieron cuenta que estaban al lado de un gran elefante. Llenos de alegría, los seis sabios ciegos se felicitaron por su suerte. Finalmente podrían resolver el dilema.

El más decidido, se abalanzó sobre el elefante con gran ilusión por tocarlo. Sin embargo, las prisas hicieron tropezar y caer de bruces contra el costado del animal“El elefante –exclamó– es como una pared de barro secada al sol”.

El segundo avanzó con más precaución. Con las manos extendidas fue a dar con los colmillos“¡Sin duda la forma de este animal es como la de una lanza!”. 

Entonces avanzó el tercer ciego justo cuando el elefante se giró hacía él. El ciego agarró la trompa y la resiguió de arriba a abajo, notando su forma y movimiento. “Escuchad, este elefante es como una larga serpiente”.

Era el turno del cuarto sabio, que se acercó por detrás y recibió un suave golpe con la cola del animal, que se movía para asustar a los insectos. El sabio agarró la cola y la resiguió con las manos. No tuvo dudas, “Es igual a una vieja cuerda” exclamo.


El quinto de los sabios se encontró con la oreja y dijo: “Ninguno de vosotros ha acertado en su forma. El elefante es más bien como un gran abanico plano”.

El sexto sabio que era el más viejo, se encaminó hacia el animal con lentitud, encorvado, apoyándose en un bastón. De tan doblado que estaba por la edad, pasó por debajo de la barriga del elefante y tropezó con una de sus gruesas patas. “¡Escuchad! Lo estoy tocando ahora mismo y os aseguro que el elefante tiene la misma forma que el tronco de una gran palmera”.

Satisfecha así su curiosidad, volvieron a darse las manos y tomaron otra vez la senda que les conducía a su casa. Sentados de nuevo bajo la palmera que les ofrecía sombra retomaron la discusión sobre la verdadera forma del elefante. Todos habían experimentado por ellos mismos cuál era la forma verdadera y creían que los demás estaban equivocados.

Fue entonces que el hombre que iba montado en el elefante y que había presenciado todo esto decidió intervenir y les dijo:

Si en lugar de discutir se escucharan como ahora me están escuchando a mi, hace rato que se hubieran creado una imagen acertada del elefante: todos están equivocados y tienen razón al mismo tiempo porque cada uno tiene una perspectiva limitada de la verdad objetiva, nadie es poseedor de la verdad absoluta y se necesita humildad para reconocerlo. 

A veces se discute sin estar dispuesto escuchar, sin darnos cuenta que lo que el otro percibe y sabe, puede ayudarme a captar mejor la gran realidad que se nos presenta. 

Si estuviéramos abiertos a colaborar sin necesidad de ganar o perder, caminaríamos menos solos y con menos incertidumbre por el camino de la vida.

Hace unos días conversando con un amigo mientras estudiábamos acerca de Rosh Hashaná me dijo: Shimon hablaba mucho del sistema inmune, y siempre lo relacionaba con Unidad, que la verdadera manera de fortalecer espiritualmente la inmunidad era a través de la Unidad.

¿Has visto a últimas fechas cómo el Mundo está más enfocado en ganar que en unirse contra el Oponente en común?

Lo dejo aquí para nuestra reflexión.

Prana Raquel Pascual

Fuente del cuento popular

https://www.youtube.com/watch?v=FgDiYAA2G5I

https://sig.unad.edu.co/sig/gestion-ambiental/63-actividades/197-los-seis-ciegos-y-el-elefante-cuento-popular

Imagen misma fuente


martes, 24 de agosto de 2021

Cambio supremo

 


Nos explicaba Ruth Rosemberg en el 2014: Hay dos clases de arrepentimiento (Teshuvá) Supremo y Frustrante.

Teshuvá supremo es el que corresponde a un arrepentimiento eterno, es cuando  algo te pasa que te cambia de verdad y nunca vuelve. Nunca, porque el dolor que experimentaste de verdad no vuelve. Todos tenemos cosas que hemos cambiado para mejor y para siempre.

El teshuvá frustrante en el que aprendiste- te equivocaste- te dolió, dijiste no lo volverías a hacer, y que no puedes lograrlo y ahora te encuentras en la misma realidad. Lo que queremos es echar reversa y nunca volver.

Si entiendes la lección, si te das cuenta de que hiciste mal y lo internalizas y lo clarificas ¿Por qué mi conexión con la luz no está bien? ¿Es por falta de autenticidad en mi conexión?¿Qué no está bien en mi o quién debiera yo de ser?

Tu eres tu único testigo, el único que puede saber y en el momento que aprendas la lección y te des cuenta de que estabas mal, cuando lo cambies, ya al universo no le interesa mas.

Este año tengo especial interés en lograr un cambio supremo, sé que está difícil pero sería tan diferente todo... ¿Tú? ¿Qué cambiarías de ti mismo para nunca más volver a ser así?

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta - Coach

Fuente original basada en clases de El Centro de Kabbalah Internacional

Imagen https://www.ofrases.com/frase/11785