domingo, 4 de julio de 2021

Oro quintado

 


Esta semana terminamos la lectura del libro de Bamidbar o Números de la Torah o Biblia (El Antiguo Testamento).

Matot y Masei (así se llaman las dos porciones de lectura de esta semana) habla de juramentos, de promesas que hacemos a través de nuestras palabras.

Todo lo que decimos es una fuerza que se dice en el Universo y que si no cumples vendrán en tu contra.

Nuestras palabras tienen tremendo valor en este mundo.

Un tema importantísimo en las enseñanzas de la Kabbalah es el cumplimiento de las promesas y de esa manera no crear negatividad en nuestras vidas.

Cuando prometes, ya la energía para cumplir está a disposición, no hacerlo deja una especie de vacío (si es que eso pudiera existir). En realidad parece un hueco, algo que no se llena, pero lamentablemente si se llena de atributos negativos:

Para quien recibe esa promesa que nunca se cumple, hay una herida, una desconfianza básica que se instala. Con frecuencia escucho en consultorio la declaración adolorida de hijos(as) que dicen "Mi padre me prometió tal cosa, pero nunca me cumplió, y ya nunca pude volver a creer plenamente en la gente". Frases similares que esculpen un carácter precautorio -quizás en extremo- en sus vida posterior. Instala una confusión y una extra alerta en la personalidad del que se ha sentido engañado o incluso abusado.

O para ti mismo, si no cumples lo que dices, es una magnífica manera de acrecentar una baja auto-estima porque dices y eso no corresponde con la manifestación. 

El mensaje de no cumplir es más poderoso de lo que crees. 

La autoestima tiene mucho que ver con confiar en uno mismo, en demostrarte con hechos tus dichos, de esa manera aprendes a apreciar tu valor, tus capacidades, tus alcances y tu poder. 

Decir y no cumplir te manda el mensaje de desconfianza hacia tu propia capacidad y posiblemente muchos años y dificultad para reparar esa huella de incumplimiento crónico que te hace un extraño hacia ti mismo.

Prometer y cumplir es cerrar un ciclo, es crear una confiabilidad, una certeza. Da una posibilidad de paz y reconciliación con el Mundo en el que vivimos. La única manera de tener tranquilidad vs zozobra.

Ten cuidado con lo que prometes porque dar tu palabra debiera de ser como pagar en monedas de oro quintado. 

Feliz domingo Comunidad

Prana Raquel Pascual - Coach - Psicoterapeuta

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viernes, 2 de julio de 2021

Iburim

 

En Pirkéi Avot, un tratado de leyes éticas conocido también cómo Ética de los Padres dice: “Que tu casa sea siempre un lugar de reunión para los sabios, las grandes almas y los grandes eruditos ”.

Si analizamos literalmente esa Mishná, no tiene ningún sentido, pero lo que esto significa que si una persona realiza una acción de forma correcta, recibe una porción del alma de una persona justa que haya dejado este mundo.

En su comentario del Zóhar, el Sulam, Rav Áshlag dice que una persona no puede crecer espiritualmente a menos que reciba asistencia y pequeñas porciones del alma de una persona justa, lo que se conoce como ibur.

Hay tres maneras principales en las que podemos merecer un ibur. Una es realizando una acción por la cual la persona justa era conocida, desde la fuente de su alma. Por ejemplo: la gran acción de Rav Pinjás ben Yair fue compartir. Así que, si una persona realiza una gran acción de compartir, es probable que reciba una chispa del alma de Rav Pinjás ben Yair; o si una persona es muy humilde, lo cual era una de las cualidades de Moshé, puede recibir una chispa de la Luz de Moshé.

La segunda forma es mediante el estudio. Cuando leemos el Zóhar, por ejemplo, recibimos una inyección de un ibur, una chispa de Luz, por parte del alma de Rav Shimón bar Yojái.

La tercera forma es al visitar las tumbas de los justos. Hacemos esto para pedir que una parte de sus almas venga a la nuestra.

Entonces, cuando dice en Pirkéi Avot: “Que tu casa sea siempre un lugar de reunión para los justos”, quiere decir que deberíamos siempre recordar la necesidad y la importancia de recibir asistencia y chispas de los justos. Pero también dice que tu casa debe ser un lugar en el que estas almas se reúnan todo el tiempo, no sólo de vez en cuando. Por ello debemos preguntarnos: Esta semana, ¿cuáles almas, ¿cuáles iburim, traje a mi hogar y a mi cuerpo? El proceso de traer iburim y asistencia debe ser constante.

Sé que algunos de los que leen este blog no conocen a ciertos tzadikim más conocidos por la comunidad judía, pero puedes pensar en los Maestros Ascendidos, o sabios de otros tiempos que al leerlos, encienden en ti algo de lo que su alma ya tenía integrado. ¿Qué te parece?

Shabbat Shalom Comunidad

Prana Raquel Pascual - Coach - Psicoterapeuta

Texto editado de: https://kabbalah.com/es/articles/counting-israelites/

Imagen archivo google