jueves, 19 de noviembre de 2020

Aprovechar las semillas


La porción de esta semana, Toldot, contiene la famosa historia de los dos hermanos gemelos Jacob y Esaú. 

Aunque ellos tenían los mismos padres, la similitud que compartían terminaba allí. Jacob era puro, un tsadik (un alma justa), un canal de Luz y energía positiva. Por otra parte, su hermano Esaú era negativo, malvado, egoísta y amargado. Un canal de energía negativa. 

Su abuelo, Avraham, acababa de morir y Jacob hizo un tazón de sopa de lentejas para reconfortar a su padre, Isaac. Esaú entró , justo después de regresar del campo, hambriento tras haber dedicado el día a cazar. Esaú olió la sopa de lentejas y le dijo a Jacob que daría cualquier cosa por ella, así que cambió su derecho de nacimiento, su primogenitura, por el placer momentáneo de un tazón de sopa de lentejas.

Ya hemos trabajado el tema de cambiar ,o más por lo menos, mismo que vale la pena recordar siempre, pero en esta ocasión la reflexión la quiero llevar a el poder y la oportunidad de la transformación.

Jacob desde el vientre tenía la vena de ser espiritual y bondadoso, Esaú de ser malvado y egoísta, sin embargo eso parece una rifa de almas, algo que es un don que traes de origen.

Desde una perspectiva justa, nadie debiera de ser juzgado de antemano solo por el juego de cartas que le tocó, es difícil nombrar a un bebé como un tsadik sin saber cómo se desempeñará en realidad. 

Todos tenemos recursos a nuestro alcance, pero es hasta que los ponemos en práctica que alguien realmente alcanza un grado meritorio de algún tipo. Nadie es por si mismo un sabio, aunque tenga toda la inteligencia para llegar a ello, si no estudia y pone en práctica sus características innatas.

¿Tu que haces diariamente para usar tus regalos espirituales?

¿Estás dejando "en semilla" (como la lenteja) tus talentos?

Considéralo

Prana Raquel Pascual

Coach de Vida y Carrera - Psicoterapeuta Gestalt

Imagen https://elpais.com/elpais/2020/01/19/buenavida/1579463753_444681.html

https://kabbalah.com/es/articles/light-versus-lentil-soup/


miércoles, 18 de noviembre de 2020

Meritocracia

 


Toldot significa generaciones y esta es la porción de la que estudiamos em esta semana.

Me quedo pensando en el tema de las generaciones, podríamos pensar que en esta tradición, la primogenitura era por definición el sistema de "recibir las bendiciones automáticamente", como en los reinados monárquicos, donde el primogénito es el primer candidato a Rey, y sin embargo en la vida real como vemos con la famosa familia real británica, grandes monarcas no han sido ni con mucho los primogénitos, sino los que lo desearon o los que pudieron hacerlo, valga como un gran ejemplo la famosa y longeva reina Isabel Primera de Inglaterra, quien no solo no era primogénita de Enrique Octavo, sino además fue hija de Ana Bolena y por si fuera poco, mujer.

Incluso en la historia escrita de nuestro libro guía -la Torah- vemos que tampoco se cumple con ello, realmente la bendición resulta ser de quien la trabaja:

El mismo Isaac no era primogénito de Abraham, Ishmael nació primero de él y de Hagaar su sirvienta.

Jacob era gemelo, pero Esaú salió primero del vientre, y en esta porción vemos el famoso pasaje en que Esaú vende su primogenitura a Jacob por un plato de lentejas, lo cual nos hace ver el poco aprecio que tenía por heredar el linaje. Dicho sea de paso, a Jacob le toma toda su vida en tener el mérito de ser nombrado Israel, y por fin ser un Justo por derecho propio.

Yosef fue el undécimo, y en general, aunque podríamos distraernos y pensar que la primogenitura es por si mismo un valor, pero en realidad nos damos cuenta que la vida es mucho más una meritocracia que una estructura rígida, y que recibir algo solo por nacer en cierto orden, no tendría ninguna reconciliación con el concepto de trabajo espiritual.

El trabajo espiritual y sus frutos, son de quién se esfuerza por ellos, ese es el gran mensaje del día de hoy.

Prana Raquel Pascual

Coach de Vida y Carrera - Psicoterapeuta Gestalt

Imagen http://xsierrav.blogspot.com/2019/01/isabel-i-de-inglaterra-i-la-reina-virgen.html