lunes, 7 de septiembre de 2020

El concepto "Averá"


Hay un concepto muy interesante, pero más que eso, muy importante, especialmente es este tiempo en que estamos trabajando en identificar las áreas en las que necesitamos transformar si es que queremos tener un destino distinto a los patrones que hemos estado experimentando hasta hoy; ese concepto es el nombrado como Averá

Averá significa: crimen, delito, violación; pecado, transgresión o falta.

Podríamos también asociarlo con AVERíA en español.

Para los fines espirituales que nos competen, Averá puede entenderse como "pecado", pero en realidad y de manera más profunda, hay que entenderlo como TRANSFERIR.

¿Pero transferir qué? Mi energía. Cederla al lado oscuro, dejar de contar con ella. Gastarla en necedad, en enojo, en obsesión, en odio, en palabrería sin utilidad etc.

En este plano hay dos grandes posibilidades de hacer cambios en nuestra conducta 1) tenemos determinación y voluntad para hacer algo nuevo o distinto, o 2) tenemos fuerza de voluntad para dejar de hacer algo que es destructivo o inútil.

Si gastamos (transferimos) nuestra fuerza vital, nuestro deseo en esas fugas de energía, no tendremos suficiente para hacer nada nuevo ni diferente.

Pensemos en la voluntad que nos requiere iniciar algo que necesitamos o que deseamos crear. Parece sencillo, pero sin un deseo fuerte nos resulta imposible, lo más fácil es abandonar, no asignarle la importancia suficiente. 

¿Por qué entonces nos importa saber en qué hemos estado transfiriendo nuestro deseo, nuestra fuerza vital? 

Por que es imperativo recuperar nuestra energía.

Si no tenemos deseos constructivos, claros, específicos, tanto, que puedan materializarse, nos quedaremos estancados sin lograr salir adelante de donde estamos actualmente.

Carecer de energía nos pone en el camino de la languidez y la desidia, en el camino de "ya no importa", en el camino de la indiferencia, por eso es tan importante recuperar nuestra energía a partir de perdonarnos a nosotros mismos, de comprender en que cosas irrelevantes hemos puesto la atención en vez de hacerlo en algo que importe suficiente, y volver a encontrar sentido a tomar iniciativas. 

¿Donde has perdido tu energía de vida?

Repito: es imperativo recuperarla.

Prana Raquel Pascual

Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta

Imagen https://es.breslov.org/


sábado, 5 de septiembre de 2020

Trabajo en soledad

 

Un día una persona subió a la montaña donde se refugiaba una mujer ermitaña que meditaba, y le preguntó:

-Qué haces en tanta soledad?, a lo que ella le respondió: -Tengo mucho trabajo.

-y, ¿cómo puedes tener tanto trabajo?, no veo nada por aquí…

-Tengo que entrenar a dos halcones y a dos águilas, tranquilizar a dos conejos, disciplinar a una serpiente, motivar a un burro y domar a un león.

-y, por dónde andan que no los veo?

-Los tengo dentro.

Los halcones se lanzan sobre todo lo que se me presenta, bueno o malo, tengo que entrenarlos a que se lancen sobre cosas buenas. Son mis ojos.

Las dos águilas con sus garras hieren y destrozan, tengo que enseñarles a que no hagan daño. Son mis manos.

Los conejos quieren ir donde ellos quieren, no enfrentar situaciones difíciles, tengo que enseñarles a estar tranquilos aunque haya sufrimiento, o tropiezo. Son mis pies.

El burro siempre está cansado, es obstinado, no quiere llevar su carga muchas veces. Es mi cuerpo.

La más difícil de domar es la serpiente. Aunque está encerrada en una fuerte jaula, ella siempre está lista para morder y envenenar a cualquiera que esté cerca. Tengo que disciplinarla. Es mi lengua.

También tengo un león. Ay… qué orgulloso, vanidoso, se cree ser el rey. Tengo que domarlo. Es mi ego.

-Como ves, amigo, tengo mucho trabajo. 

¿Y tú, en que trabajas?

Cuento encontrado en la página de Labios Rojos

Prana Raquel Pascual

Coach de Vida y Trabajo | Psicoterapeuta