miércoles, 2 de septiembre de 2020

Conectarse con lo verdadero

La porción de Qui Tavó habla de los bikurim, las primicias. Moshé les dice a los israelitas que den gracias al Creador yendo al Templo de Jerusalén y ofreciendo las primicias de cosecha de la temporada. 

En el Midrash dice que en el momento en el que Moshé recibe la revelación del Creador vio que el Templo sería destruido y que, por lo tanto, llegaría el momento en el que no se realizaría más la acción física de llevar la primera cosecha al Templo. Así pues, él quería conseguir un reemplazo; él dijo: “La reemplazaré con oración, las tres conexiones diarias con la Luz del Creador”.

Moshé era el tipo de persona que nunca aceptaba lo que no era real ¿Qué significa eso? ¿Cómo sabemos que algo es real? 

Rav Áshlag cita un versículo: “Las palabras verdaderas durarán para siempre. Las cosas que tienen falsedad adherida a ellas, las que no son ciertas, las que no son puras, no pueden durar”. Esta es la manera en la que vivió Moshé y en la que esperamos comenzar a vivir o nos motivemos a vivir con más fortaleza.

Entonces, ¿cuál el secreto más profundo aquí? 

Tenemos que preguntarnos: “¿Estoy viviendo la verdad? ¿Estoy concentrando mis energías, palabras y pensamientos en cosas que duran para siempre? ¿O estoy invirtiendo mucho tiempo y esfuerzo en cosas que no duran, ni pueden durar, para siempre?”.

¿Cuántas veces en nuestros pensamientos y acciones nos involucramos con cosas que sabemos que, si lo pensamos por un momento, no existirán en veinte años? ¿Este asunto, este problema, este miedo o esta duda seguirá existiendo dentro de cincuenta años? Si no existirá, y estamos invirtiendo mucho tiempo en ello, no estamos viviendo la verdad. 

¿Cuánto de nuestra vida, palabras, pensamientos o acciones se concentran en cosas que tienen al menos el potencial de durar para siempre? 

El hecho de que alguien haya dicho algo malo sobre nosotros, y que estemos molestos, no durará para siempre. Que algo haya pasado, y saber que en veinte años ni siquiera será un recuerdo, no durará para siempre. Y si invertimos nuestro tiempo, esfuerzo, palabras y pensamientos en el plano de la falsedad (a falta de una palabra mejor), entonces a eso nos adherimos. 

Por lo tanto, tenemos que preguntarnos cuánta verdad estamos viviendo. 

Michael Berg (Fragmento de https://kabbalah.com/es/articles/connecting-what-true/)

Síntesis: Prana Raquel Pascual

Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta

Imagen https://kabbalah.com/es/articles/connecting-what-true/

martes, 1 de septiembre de 2020

Admitir

El concepto de Teshuvá, que es esta revisión interior que hacemos durante todo este mes es de alguna manera admitir donde nos hemos equivocado, no necesariamente con intención de hacer algún daño a otros o a mi mism@ pero algo en lo que los resultados ya muestran un patrón de situación que normalmente vemos repetirse una y otra vez, distintos momentos y actores, pero misma esencia.

Los mentirosos más efectivos de nuestra propia vida lamentablemente somos cada uno de nosotros, asesorados por nuestro ego, nuestra costumbre es decir, "me hicieron", "me dijeron", "me engañaron", "me violentaron"...¿Y tú? ¿Qué rol juegas en cada ocasión?

¿Qué pasaría si no fueras siempre "el bueno de la película"? ¿Si no fueras la víctima de algún verdugo que te las hace pasar mal? ¿Si no fuera la vida "pasándote" sino actuando-la?

Entre la realidad física y el dominio del árbol de la vida lo que nos separa son cortinas. Durante el proceso lo que buscamos es el vidui, la confesión, que generalmente está cubierta de una cortina.  

Cuando en Kabbalah usamos la palabra cortina, queremos expresar que no es tan sólido o poderoso, puedes ver lo que está pasando detrás de ella, solo tienes que removerla.

Te sugiero esta pregunta ¿Tú que rol juegas en cada uno de esos eventos que ya parecen repetitivos en tu vida? 

Si te ofenden, ¿Tú que rol juegas?

Si te menosprecian ¿tú que rol juegas? 

Si te rechazan ¿Tú que rol juegas?

Si te temen ¿Tú que rol juegas?

Si te dicen que eres inaccesible ¿Tú que rol juegas?

Admitir es un gran bien, no se trata de asumir toda la culpa de todo, sino de balancear que parte juegas en tu guión de vida y por tanto ver donde puedes balancear.

Feliz día Comunidad

Prana Raquel Pascual

Coach de Vida y Carrera | Psicoterapia

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