Recordemos que estamos recorriendo las porciones Matot y Masei, las ultimas dos secciones del cuarto libro de la Torah.
Habla del poder de las palabras y el poder del liderazgo de Moisés comunicándose con las personas a cargo.
Cuando una persona dice algo, eso la versión semilla de hacer algo.
Decir y hacer, no son lo mismo, aunque el primero es la versión en potencial de hacer.
Parece obvio, pero no lo es, muchas veces nosotros nos podemos conformar con pensarlo y acariciar la idea en nuestra cabeza: Quedé de llamar...pero no llamaste, Quedé de ir, pero no fuiste, Quedé de cumplir, pero no cumpliste, Quedé en decirle, pero no le dijiste...
¿Y sabes cuántos problemas potenciales caben en ese espacio de NADA que dijiste entre lo haré y no hacerlo...?
Imagínalo tú, cuando te has sentido ilusionado por algo que jamás pasó, que te sentiste confiado y nunca se concretó, que quemaste naves y no te cumplieron...
Piénsalo sucediéndote a ti, porque a veces los humanos no somos suficientemente sensibles ni empáticos si nos nos duele en carne propia.
Acuérdate de cuando te han fallado, te han prometido, te han asegurado, y no sucedió jamás, para que te des cuenta lo que daña, y el vacío que genera decir lo haré y no hacerlo.
Esto, entre muchas otras manifestaciones en negativo que ya nos toca ver en este mundo. Cualquier político que dice que hará y no hace, crea un desaliento masivo en toda una población...no es cosa menor, es un desánimo y una desconfianza mayúscula que drena a cualquiera y llena de negatividad al mundo.
¿Eres de los que dice que hará y no hace? Reflexiona, no sabes cuantos huecos estás dejando en la vida de otros y la tuya propia, que algún día podrán ser el gran hoyo negro de no ser una persona digna de confianza nunca más, ni para ti mismo, lo cual debo decir es la raíz de la perfecta baja autoestima.
Dejemos de crear un Mundo en Negativo
Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta
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