martes, 31 de diciembre de 2019

Punto de Inflexión


Esta semana estamos recorriendo una porción llamada Vayigash que quiere decir "se reunió".

En esta porción es cuando Yosef que aún no había sido reconocido por sus hermanos, hace parecer que Benjamín --su hermano menor-- era un ladrón, todo con el fin de hacer que llegara el punto de inflexión para que la historia tuviera un desenlace hacia una resolución de la corrección... o no.

Cuando llegamos a esos momentos en los que hay dos grandes decisiones posibles, con muy distintas consecuencias entre sí, es donde tendremos que tener claro de qué estamos hechos.

A veces llegaremos a situaciones realmente difíciles en las que una opción es la correcta por ser genuina y porque realmente soluciona las cosas o  imparte justicia adecuadamente, pero que nos impacta personalmente, y la otra que oculta algo o que no soluciona de fondo, pero que puede ser menos impactante para nosotros.

Generalmente se llega a esos puntos porque antes no fuimos capaces de poner las cosas en orden, no estábamos listos o no teníamos la madurez o la información completa, o simplemente estábamos temerosos.

En general, esos momentos de prueba son los más cruciales porque determinan qué rumbo seguiremos de ahí en adelante, es lo que llamamos "Momentos de Verdad".

Regresando a lo que sucede en la historia podremos comprender el mensaje que se nos quiere dar:

Cuando Yehuda el hermano mayor escucha lo que iba a suceder con Benjamín se aterroriza de ello porque sabía que Jacob su padre no resistiría la pérdida de otro de sus hijos y especialmente el otro hijo de Raquel, así que llega a este punto de decisión y afortunadamente toma la correcta, que era TOMAR RESPONSABILIDAD por la situación.

“Todo lo que está pasando es mi responsabilidad deja al niño y quédate conmigo” le dice Yehuda después de todo un día de conversaciones con Yosef, ahí Yosef dijo “Váyanse todos” y se reveló a sus hermanos.

Al final, al tomar la decisión correcta, una tercera posibilidad de solución se abre frente a los ojos de Yehuda. En vez de perder a su hermano o quedar el como esclavo, se revela su hermano Yosef que había estado desaparecido y se da una feliz reunión de los hermanos, una vez más y la posibilidad de sanar un pasado doloroso de una vez por todas.

¿Qué reflexionas al respecto?

No siempre tendremos esos "momentos de verdad" en nuestras vidas, por eso hay que trabajar para estar listos cuando lleguen.

Feliz Noche Vieja gregoriana, que 2020 sea un año venturoso para todos ustedes y sus seres amados.

Con cariño,
Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta

lunes, 30 de diciembre de 2019

El héroe desconocido



Este es el último día de Januka, pero ayer se encendió la octava y última vela y en lo que cavilé durante esta noche es que el gran milagro humano es poder ayudarnos los unos a los otros genuinamente.

¿A qué me refiero con genuinamente?

El Dios que tanto buscamos en un cielo estrellado es realmente el dios que habita en cada uno de nosotros y que brilla cuando menos lo estamos pensando. Todos tenemos luz que nos infunde de vida y de consciencia y las mejores veces para manifestarlo es cuando ni siquiera pensamos que es lo Alto quien realmente está extendiendo la mano.

Pensé en que cualquier maestro cae, todos los maestros si los observas por un buen tramo de sus vidas tendrá características tan humanas que puedes llegar a perderle el respeto o la fe, pero en realidad, no es un problema único o de alguien en particular, todos estamos sometidos a nuestro ego y estamos adheridos a esta experiencia humana que no nos permite ser angelicales en todo momento.

NO está en el plan evolutivo el ser perfectos, todos los humanos podemos llegar a alturas en las que nuestras ideas habiten en el firmamento, pero nuestros pies siempre están tocando la tierra, tenemos las dos naturalezas y las balanceamos lo mejor que podemos según nos vayamos desarrollando.

Si, lamento informar que a veces veremos incluso en los mejores ejemplares de nuestra especie, actos de enojo, de desconsideración o de debilidad, o les veremos actos que parecen mucho menos virtuosos que lo que la expectativa general pudiera esperar. Y eso no quita que sean altos en muchas otras ocasiones.

Por eso estuve cavilando y la mejor virtud es la anónima, la inadvertida, la ayuda que damos cuando ni siquiera lo estamos pensando. 

Cuando compartes una idea que ilumina a alguien que oyó por estar sentado a la mesa mientras conversabas con otra persona, el consejo que pusiste en un libro y que no sabías quien sería el lector. O la hipótesis que compartes sin afán de que sea correcta y que encendió la luz en los ojos de quien la escuchó.

Esa idea de anonimato me ha capturado la atención muchas veces. Ese soldado desconocido a quien se le levanta un monumento. Ese héroe que nadie conoció, pero a quien se celebra porque se admira una cualidad que seguramente no era todo su colorido humano.

Alguna vez me cimbró encontrar un libro doctísimo de misticismo y al buscar al autor solo me encontré un párrafo que decía algo similar a: “Querido amigo lector, te saludo desde ultratumba. Di instrucciones de que este libro se publicara hasta después de mi muerte y que se publicara anónimo para que no me atrapara el ego de que se diga mi nombre al leerlo.  

Me di cuenta de que en ningún lado aparecía el nombre de tan sabio ser y que realmente me estaba saludando después de su muerte. Me quedé atónita, porque ese es el verdadero dar. Nunca sabré quien fue.

Estoy segura de que la mejor ayuda que hemos dado, la hicimos inadvertidamente de cuando la dimos…y esto está bien. Eso es magnífico.

Ojalá 2020 nos de espacio de ser personas que al existir y al actuar, den realmente sin mirar a quien. Que Di.os se manifieste en nosotros justo cuando estemos más distraídos para que ni por casualidad nos sintamos merecedores de un aplauso si es que eso nos va a envanecer.

Feliz lunes Comunidad. Vamos a cerrar este año que por difícil ha sido tan importante.

Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta