Con tan solo dar un paso adelante, lo que alguna vez parecía abrumador se vuelve mucho más fácil de lo que crees.
Karen Berg
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Esta semana estamos recorriendo la porción de Mishpatim, en la cual se dictan una serie de leyes acerca de muchas cosas, la esclavitud, la propiedad etc. Es una porción que parece un tanto extraña en medio de la entrega de los diez enunciados que tuvimos la semana pasada y sin embargo, da una condición básica para la recepción verdadera de la Torah, que es hacer las cosas que no le placen a nuestro ego, sino las que van a revelar Luz en este mundo.
Hay algo que tengo comprobado en carne muy propia y es que el iniciar nuevas cosas que parecen ponernos en riesgo de cualquier índole, suelen ser las más difíciles de emprender y en las que más perdemos el buen tiempo con el que contamos. Pensamos y pensamos que debiéramos hacer pero la mayor parte de las veces es la única ruta verdadera a nuestra transformación. Lo realmente increíble, es que una vez dado el primer paso, podemos incluso caer en la extraña sensación de ¿A esto era a lo que le tenia tanto miedo?
Suele pasar, por eso en la porción anterior la lucha con Amalek y vencerla fue lo que de verdad movió al cambio de Yitró y a que le aportara a Moisés tanta sabiduría a favor de la misión de la Luz.
Algo que he notado es que cuando dices "estoy confundido" lo que en realidad estás diciendo es tengo miedo de tomar alguna opción, porque casi siempre, algo dentro de nosotros (me atrevería a decir siempre) sabemos con que podemos y con que no en realidad y que es lo que estamos llamados a hacer realmente pero le damos vueltas y vueltas postergándolo.
Lo que puedo decir al respecto es que por lo general, uno debe pasar por ese estadio de susto o pasmo, pero una vez que llegas al punto de no retorno (que siempre llega en este tipo de circunstancias) lo que queda por hacer es abrazar nuestra decisión con toda la convicción de la que somos capaces y asumirla con la clara noción de que nos haremos responsables de lo que sea que venga. Esos minutos de valentía generalmente traen después una sensación de paz que nos permite dar un brinco sobre de nuestro nivel actual.
Tienes que decidir y comprometerte. El proceso por definición no es cómodo pero generalmente no hacer nada o no tomar posición siempre será peor decisión que cualquier otra, y por el contrario, estar claro nos devuelve fuerza.
¿Donde puedes poner toda tu energía, y encomendarte a que eso será algo que de verdad traerá Luz al Mundo y a ti y a darle para adelante con todo?
Estoy segura de que muchos tenemos esa pregunta.
La valentía espiritual es también necesaria...si lo sé. Cuesta, pero es parte de nuestro crecer.
Feliz domingo Comunidad
Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt
