Lunes 21 de julio de 2014
Tu creas tu propia realidad.
Karen Berg
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Estamos recorriendo la última porción llamada Masei, en el cuarto libro denominado "Números", y estamos a punto de entrar en Deuteronómio, que como recordaremos es equivalente a Zeir Anpin, y Maljut, es decir Alma y Manifestación. Recordemos:
Génesis (Bereshit [בְּרֵאשִׁית]) ---------->Keter
Éxodo (Shemot [שְׁמוֹת]) --------------->Jojmá
Levítico (Vayikrá [וַיִּקְרָא]) ------------->Binah
Números (Bemidbar [בְּמִדְבַּר]) -------->Zeir Anpin
Deuteronomio (Devarim [דְּבָרִים]) ---->Maljut
El siguiente libro prácticamente es donde sucederá todo lo que hemos ido manifestando, lo que hemos estado llevando a cabo en los otros momentos espirituales, pero antes de salir de este hay una lección que vuelve a ser importantísima de entender: Las palabras crean realidad.
A ver, "va de nuez" (como decimos en México y quizás en otros países cuando queremos decir "va de nuevo"): "Las palabras crean realidad".
Muchas veces pensamos que no es verdad y somos indolentes e incluso retadores para entenderlo, y ahí nos ves a los alumnos de Kabbalah diciendo las "contra palabras" a diestra y siniestra, los equivalentes a "Ni Di os lo quiera" "Sin mal de ojo" y "Bendito Sea su Nombre" siempre tratando de que si por accidente algo se nos salió hagamos una especie de "reversa" en la consciencia.
Nos explica la Biblia: "Cada acción que hacemos en este mundo tiene una influencia en cada nivel de existencia, todo el camino hacia arriba, hacia el infinito, así que cuando hablamos de hacer una acción espiritual o cuando hacemos una promesa, el lado negativo monta un ataque especial para evitar que la llevemos a cabo, sin embargo, este ataque, no empieza sino hasta que realmente hablamos acerca de lo que intentamos hacer, por eso las promesas están consideradas de mucha importancia en las enseñanzas de la Kabbalah, porque el lado negtaivo puede adherirse a ellas cuando hablamos."
No solo es hablar, sino prometer a lo que más se refiere esta porción, las famosas cosas que afirmamos que vamos a hacer y que despúes dejamos olvidadas en algún rincón...ya se me olvidó que quedé formalmente de hacer dieta, de cumplir un compromiso, de hacer una acción benéfica o de hacer ejercicio. las miles de cosas que podemos afirmar que haremos y que finalmente no llegan a manifestación. Esa energía que nos es asignada cuando lo afirmamos, no se crea ni se destrutye...se transfiere...¿A quién? A nuestro Satán por supuesto quien despúes es más fuerte para vencer porque le concedimos nuestra energía vital.
Recordemos que todo el tema de esta vida, es una especie de competición por la energía. No hay más premio que la Luz, así que si cada uno tenemos un Oponente ¿Qué crees que quiera ganar? Evidentemente la Luz que podemos revelar y no solo esa sino la que tenemos para invertir.
El punto a cuidar aquí y siempre es QUE PROMETES...mejor no prometas al menos en voz alta, haz compromisos en tu cabeza pero trata en la medida de lo posible de no poner esa cantidad de energía en decir "si si te prometo que tal o cual"...y si lo haces, y si no tienes más remedio, te sugiero: CUMPLE en tiempo y forma.
Muchas veces hemos hablado de este tema y muchas veces regresamos a él...estamos cerca de llegar al libro de Maljut donde de verdad, donde realmente las cosas están más solidificadas, ya no es la condición de ligereza de un lugar en que las cosas no están en una concentración de materialización sino que aún es más maleable...
Ojo, esta semana tiene aún la facultad de Zeir Anpin... el siguiente libro, Deuteronómio, es una revisión de las lecciones, es cuando Moisés hace un recuento. Por supuesto se puede aprender de ello, pero es un poco tarde para echar reversa a 40 años de andanzas.
Reflexiona y saca tus propias conclusiones :-)
Feliz día Comunidad
Prana Raquel Pascual
