DOMINGO, 12 DE JUNIO DE 2011
Las personas creen que no tienen lo que quieren porque no saben lo que quieren.
Esto no es cierto. Ellos no tienen lo que quieren porque lo que creen que ellos quieren no es lo que quieren.
Yehuda Berg
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Encontrar que alguien te está mintiéndo es doloroso, encontrar que TU mismo te estás engañando es devastador.
Y esto nos pasa a todos en mayor o menor medida.
Justo ayer estaba hablando con un amigo sobre un método que estoy ideando que tiene como propósito acompañar procesos de cambio personal. y uno de los puntos básicos, es trabajar la verdad propia, que tantos nos ocultamos a nosotros mismos.
¿Cuántas veces has elegido porque es el camino más fácil? ¿O porque es el camino más obvio? ¿El que otros esperaban para ti? ¿O simplemente por que fue el que se te presentó primero?
Pero de verdad de verdad ¿Cuántas veces has elegido con consciencia aún cuando esto signifique "dejar ir" algo que se te daba más sencillo o que se te presentaba de ocasión?
Por supuesto, la fórmula de curarse a uno mismo implica estar dispuesto a dejar ir las ideas falsas pero que nos dan tanta sensación de que "hay tablón en el siguiente paso" o de que se está "completo" Mmmh.
Este mundo está lleno de luminarias y de ruido exterior justo para que no escuches ese murmullo interior que te dice...ese no es tu verdadero camino. Pero tu no lo escuchas. Por eso la consciencia se pinta como un grillo. Apenas un melancólico chirridito que es fácilmente cubierto por los estruendos de un mundo que nos da oportunidad de olvidarnos de el propósito de nuestra Alma que es transformarnos en seres capaces de crear y compartir, no sólo de subsistir o de transcurrir ese largo camino del día hacia la noche.
Esculpirse a uno mismo desde el interior, no es una tarea cualquiera: hacer muñequitos de plastilina a cualquiera le sale, crear "El David", es una obra maestra, que no pasa accidentalmente, sin constancia y propósito. Tu vida como una obra de arte no como un artefacto efímero y sin significado.
Pero no cualquiera paga el precio. =(
Se nos cuenta en la Torah (El Antigüo Testamento) en el libro cuarto, Números 9:15 que en desierto, la gente movía sus campos por medio de ir siguiendo diariamente a una nube.
En nuestras vidas actuales, no tenemos esa nube que seguir, y muy frecuentemente no tenemos una autoridad o líder verdadero que nos de esa guía. Nuestra nube son los mensajes internos, esos suaves suspiros que hay en nuestro interior y que no siempre oímos por cubrirlos con el barullo que nos atrae y nos tienta desde afuera.
Es imprescindible para cualquiera que quiera seguir a su verdad propia, despertar el deseo de si escuchar esos mensajes. Esos que te dicen "Despierta, estás equivocando tu ruta"...
Pero como todo lo que demanda responsabilidad, cuesta más trabajo adquirir liderazgo sobre el propio proceso de desarrollo, que seguir a la flauta de Hamelin, PERO entendiendo que la responsabilidad --al final del día-- no te pasará la factura de la robotización que habrás pagado con precioso tiempo perdido, que como buen juego de ilusión en el que estamos, no tendrá vuelta atrás.
¿Crees que quieres lo que en realidad no quieres?
Equivocar la ruta es costoso. Tómalo en cuenta antes de volver a poner tu apuesta.
Feliz domingo
Prana Pascual
Ilustración http://www.ediciona.com/ilustracion_io-dirpc-25925-17.htm
El grillo y la Luna
Ilustración http://www.ediciona.com/ilustracion_io-dirpc-25925-17.htm
El grillo y la Luna
