sábado, 9 de abril de 2011

SÁBADO, 9 DE ABRIL DE 2011. Nunca te rindas


SÁBADO, 9 DE ABRIL DE 2011

No tienes ninguna carencia. Tu realidad ilusoria del 1% puede no reflejar esta verdad, pero más allá de ello, en la realidad verdadera, tienes todo lo que habrías podido desear.

La realidad no está en algún lugar lejano, o detrás de puertas de oro; está aquí ahora.

Hoy, permite que esta enseñanza se haga real, y nunca te rindas ante la desesperación.

Yehuda Berg
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Nunca te rindas ante la desesperación.

Los humanos siempre tenemos cosas impresionantes que enfrentar. Ayer mismo lo veía con una amiga que después de muchos años de casada, en un matrimonio que ella pensaba venturoso, de pronto lo está viendo caer, pedacito por pedacito y está siendo absolutamente devastante.

Es increíble en ese momento de la historia que todo se va a recomponer de una o de otra manera, lo que no puedes hacer es mantener el status de devastado por demasiado tiempo, porque crea adicción. Se vuelve una manera de vivir. Y no puede ser lo que elijamos.

Hay un cuento de quien desconozco el autor, pero es muy valioso y lo considero muy poderoso. se llama "esto también pasará". Ojalá mi amiga lo pueda leer. Y todos los que en algún momento se estén sintiendo desesperados.

Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte:

- Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo.

Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total...

Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.

El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y éste le dijo:

-No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje –el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey-. Pero no lo leas –le dijo- manténlo escondido en el anillo. Abrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación-

Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino...

De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso:

Simplemente decía “ESTO TAMBIEN PASARA”.

Mientras leía “esto también pasará” sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos.

El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes... y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.
 
El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo:

-Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.

-¿Qué quieres decir? –preguntó el rey-. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.

-Escucha –dijo el anciano-: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso. No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero.

El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: “Esto también pasará”, y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado.
 
Entonces el anciano le dijo:

-Recuerda que todo pasa. Ninguna cosa ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas.

Espero llegue en el momento que lo necesitas. pero si no, conserva este cuento. Yo se lo que te digo.

Shabbat Shalom.

Prana Pascual





viernes, 8 de abril de 2011

Viernes, 8 de abril de 2011 Todos caemos


Viernes, 8 de abril de 2011

Todos caemos. No quiere decir que seamos fracasados o estemos condenados. El progreso no es lineal, sino espiral.

¿Tienes alguna intención de ser mejor? Vuelve a ponerte en contacto con ésta el día de hoy. Aférrate a ella y vendrá el cambio hacia el próximo nivel, como la marea.

Yehuda Berg
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Me parece que muchos de ustedes están trabajando para Pesaj, por ello quiero seguir relacionando el post con el la preparación y que de verdad podamos aportar nuestro "medio shekel" requerido en todo. Andar nuestra parte de camino de consciencia va a a abrir la brecha para que la Luz haga su parte.

Eso es Pesaj.

El código de Pesaj como sabes está relacionado con la salida de los israelitas de Egipto.

En el código, justamente se establece una espiral, no es una salida lineal o en un sólo movimiento y esto lo puedes ver en que Moisés tenía encargado ir a pedir al Faraón la liberación del pueblo y en cada ocasión que este se negaba, entonces Di-os enviaba una plaga, las famosísimas y hasta hollywoodenses plagas de Egipto, entonces el Faraón decía que si, pero después se volvía a arrepentir y se volvía al mismo lugar de inmovilidad.

Durante esa época, se estaba en un punto crítico. La humanidad estaba agarrada del cuello por el Satán...curiosamente la esclavitud era la comodidad con la que vivían que los relevaba de cualquier esfuerzo espiritual, no eran grilletes.

Egipto, es una palabra clave para denominar a nuestro Ego, y fue ahí donde la Luz tuvo que intervenir con diez descargas masivas de energía espiritual que son las que ahora denominamos "plagas", mismas que hiceron tambalear al Satán para retornarnos a un punto de emparejarnos en el terreno de juego. Pero no lo destruyó claro está, y ahi seguiremos viendo un juego en espiral donde se logra un Éxodo y se vuelve a caer casi de inmediato en dudas al salir al desierto y con ganas de regresarse al punto de partida,  y se vuelven a elevar teniendo certeza absoluta, logrando abrir el Mar Rojo, logrando escapar y mereciéndose la revelación de las tablas en el Sinaí...y poquitito antes de recibirlas, caer en idolatría y construir el Becerro de Oro...y así y así y así.

Y así somos nosotros. Buenos y malos, vamos y venimos.

Pues bien. Hemos hablado algo de las diez conexiones de Pesaj con elementos del Seder, y ahora hablaremos de que hay un elemento que son las cuatro copas de vino que se toman durante la cena. Estas nos conectan con el nombre de Di-os de cuatro letras, el Tetragramatón y se toman en cuatro momentos distintos a lo largo del evento.

En ese momento, se hace una oración llamada "Leshem Yijud".

Mira que importante este momento, porque esta oración lo que pretende es unificar nuestros pensamientos y nuestras acciones.

Muchas veces tenemos el pensamiento de hacer una buena acción, pero a la hora de actuar, nuestras acciones resultan opuestas a nuestra intención original. ¿Te suena conocido?

Leshem Yijud nos ayudará a mantenernos fieles a nuestros pensamientos e intenciones positivas, especialmente el día después del Seder, pero claro que debiera ser eso lo que procuremos mantener el resto del año.

En ese momento vamos a imprimir nuestra intención profunda, de mantenernos en esa congruencia, ya que justo cuando la perdemos, es cuando se ve nuestra caída, o la de los otros, misma que juzgamos como si fuera la primera vez que un humano se resbala, ja ja, y en realidad llevamos miles de vueltas en ello, hasta que un día, logremos transformar de verdady quede instalado el cambio.

Ya lo sabes, la espiral nos aplica a todos, eso es lo previsto, aunque claro, lo previsto también es lograr elevarse por encima de ello, pero quizás recordandolo podamos ser un poco más comprensivos y misericordiosos a ver las caídas de los demás y las nuestras...

No es fácil, acuérdate que al Faraón lo impactaban las plagas y al instante siguiente, ya se le había olvidado que le habían llovido sapos, --por así decirlo--  ja ja. ;)

Ojo contigo mismo. =)

Shabbat Shalom al salir las primeras tres estrellas en el firmamento.

Prana Pascual

Imagen: http://dibujosfotoseimagenes.blogspot.com/2010/06/copa-de-vino.htmlInformación consultada en la Hagadá de Pesaj en la Cabalá, Kabbalah Publishing