martes, 12 de mayo de 2009

Mayo 12, 2009 ¿Quién te está esperando?

MARTES 12 DE MAYO DE 2009

Piensa en una persona que haya cambiado tu vida. ¿Qué tal si él o ella no te regresara una llamada, no te contratara, amara, enseñara, guiara o estuviera ahí para ti? ¿Qué tal si no te abrieran las puertas?


Hoy, toma responsabilidad de lo que tú puedes hacer por alguien más.


Yehuda Berg
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Esta semana en la clase de Textos, Ariel contó otra historia. La de un estudiante de Kabbalah cuya hija escapa con el novio para irse a estudiar un culto extraño a otra ciudad. El hombre desesperado busca a su Maestro por ayuda y este acpeta ayudarlo a ir a buscar a la chica.

El Maestro y su estudiante llegan cabalgando a la ciudad hacia la que habían huido, y el primero empieza a tantear el terreno. Escribe una nota y le dice a un niño que pasaba por ahi: "Toma este papel y dáselo a tal mujer que es la hija del estudiante El niño se resiste pero el Maestro le ofrece algunos rubles con lo que el niño accede a hacer el mandado.

El Maestro les dice a su estudiante "La vamos a estar esperando en tal y cual lugar y así, pasaron cuatro días y cuatro noches, siempre habia alguno de los dos --el Maestro o el Estudiante-- esperando por la hija. Al quinto día se presentó por fin, a lo que el padre le pregunta "¿Porqué te tardaste tanto en venir?" Ella le dijo "En la nota decías donde me ibas a esperar, pero no decía hasta cuando, pero yo sabía que me iban a esperar el tiempo necesario, hasta que yo decidiera venir, así esto tomara años."

Después de platicar con su padre y el Maestro, la novia decide dejar al novio y a esa religión extraña y empieza a estudiar espiritualidad.

Cuando alguien nos hace daño, esperamos a que la gente vuelva, la hacemos esperar.

¿Cuánto somos capaces de esperar nosotros por alguien? Si no nos llevamos a nosotros mismos a un lugar donde estamos dispuestos a esperar por siempre...¿Cómo podemos esperar que lo hagan por nosotros?

Si tengo distancia con alguien tengo que preparame para esperar por siempre. Esa distancia que separa se puede romper con un poco de ocuparse y demostrar cuidado por esa persona.

Esta historia me recordó un poco a Cinema Paradiso, la memorable película italiana de Giuseppe Tornatore en la escena en la que Totó decide esperar bajo la ventana de su amada Elena durante noventa y nueve días hasta que ella se decidiera abrir la ventana. Transcurre todo el plazo prometido y al final de este, coincidentemente con el año nuevo, ve de pronto movimiento en la ventana para solo observar como es para cerrarla. Desolado, se va caminando contrastantemente desilusionado en un mundo que a su derredor celebra. Llega a su refugio, la salita de proyecciones de Cinema Paradiso, y cual sería su sorpresa de que sin esperarlo, ella llega hasta ese lugar dándonos una de las escenas de amor más conmovedoras de la historia del cine.

Esta pareja con el tiempo es separada por las circunstancias, más el de alguna manera en su corazón, siempre sigue esperándola. Pocos captan al final, en los créditos de la película, la imagen de Elena muchos años después, indicación que nos da el director de que después de todo si se vuelven a encontrar porque ambos se habian seguido esperando.

No tomes esto literalmente sólo para las historias de amor. La amistad, la familia, la gente de nuestras vidas. Cuánto podemos perdonar, cuanto podemos acompañar, cuando podemos realmente entregarnos.

No esperes lo que no puedes dar y más bien esfuérzate en dar, lo que tu quieres recibir.
Prana Pascual
Hoy desde la noche y el transcurso del día de hoy es Lag BaOmer, Día de la hillula aniversario de que dejó este mundo Rabi Shimon Bar Yohai, quien reveló el Zohar. Día de meditar en cambiar decretos en nuestras vidas.

lunes, 11 de mayo de 2009

Mayo 11, 2009. Empezar de nuevo

LUNES 11 DE MAYO DE 2009

Cuando tropezamos y caemos de nivel espiritual, no debemos sentirnos deprimidos. Debemos empezar de nuevo como si actuáramos espiritualmente por primera vez. Algunas veces tenemos que empezar desde cero varias veces al día. Hoy, empieza de nuevo.


Yehuda Berg
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Hay algo que surge con el ser humano y que sabemos desde tiempos inmemoriales que tiene poder cuando es expresada con la suma de la intención: La palabra.


Tan es así que seguramente tu te sabes varias expresiones en las que usas las palabras para crear algo, ya sea protección o palabras con las que buscas constelar que algo suceda o que de alguna manera la realidad se vea modificada. "Toco madera" y creemos que haciendo eso y tocando madera logramos disminuir el efecto de mala suerte que pudiera sobrevenir por mencionar algo que no queremos que pase. O "ciscale ciscale diablo panzón" que por supuesto es para ver si puedes ocasionar que las cosas no le salgan bien a tu contendiente. El ahora famoso "Si se puede", o algunas más formales y profundas como son las oraciones o los mantras.


¿Qué es una oración si no una especie de palabras mágicas? Cuando tenemos una preocupación o un temor muy grande, o necesidad de un cambio súbito de la situación casi todos accesamos a nuestro código adquirido desde pequeños, ya sea que digas el Padre Nuestro o seguramente en cualquier otra tradición habrá su frase de conexión.


Kabbalah nos enseña una oración muy poderosa, se llama Ana B'Koach, misma que consta de siete lineas y cuarenta y dos letras. Su construcción es precisa y sabemos con exactitud porque cada letra hebrea está colocada en donde lo está y que es lo que estamos buscando transformar de nuestra conciencia. Es como un lenguaje de programación perfecto que también se le conoce como El Nombre de D-os de las 42 letras.


Para quienes estudian Kabbalah y hasta para los que no debiera ser una lectura transformadora, porque efectivamente, los seres humanos --hasta por intuición-- sabemos que las palabras crean, pero cuando la construcción de ellas y su acomodación es la correcta, más la "cavaná" (intención o dirección) precisa la conexión es mucho más fuerte.


El Ana B'Koach en cada una de sus lineas sabe con exactitud a que accesa y específicamente la cuarta linea conecta con el poder de la perseverancia. La posibilidad de obtener la resistencia para continuar y salir victorioso de tu trabajo espiritual.


Abandonar es un verbo para el que no se entrena. La verdad es que dejar las cosas a medias no necesita gran maestría ni habilitación. Cada ser humano está capacitado para renunciar...pero no es ese ser humano el que consigue trascender ni nada de valor. Por eso en un trabajo serio de espiritualidad, la perseverancia es una llave imprescindible para traspasar puertas de crecimiento. Esa capacidad para sobreponerte a la frustración, a que la la realidad se vea distinta a las expectativas, a ser capaz de que aunque no estés viendo con claridad el camino, tener certeza de que si estás haciendo tu trabajo llegarás al lugar correcto. O sobreponerte al cansancio. Eso no se hace fácilmente, esta extra-milla no es sencilla de lograr.


La estructura de esta oración es muy sabia. Cada letra, cada sonido, cada posición está diseñada con precisión. Y la precisión indica que necesitas perseverancia para lograr algún avance importante en cualquier cosa que emprendas.


Para abandonar no necesitas demasiada ciencia. Hasta callado lo logras.


Tu decides. Pero hasta esa decisión de soltar todo en el camino necesita --al menos-- un poquito de perseverancia para no dar un paso atrás y arrepentirte después.


Siempre está en tus manos.

Prana Pascual
Bibliografía:
"The Prayer of the Kabbalist". he 42 Letter Name of God. Yehuda Berg. Kabbalah Publishing.