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DOMINGO 3 DE MAYO DE 2009Una manera de callar esa voz criticona en nuestra cabeza, es practicar la gratitud.
Hoy, llama a un amigo o a tu maestro o abre un diario y menciona diez cosas por las que estás agradecido.
Yehuda Berg
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Una de las mejores imagenes de gratitud que tengo en mi mente pasa en una película extraordinaria llamada "La vida de los otros" (Des Leben der Anderen, dirigida por Florian Henckel von Donnersmarck), ganadora del Oscar por mejor película extranjera en el Ciclo de los Oscares de 2006.
La película narra acerca de un momento histórico de la antigüa República Democrática Alemana en la que a través de una policia política secreta, la Stasi, todas las personas eran suceptibles de ser espiadas en la totalidad de sus vidas especialmente si eran libre-pensadores.
Esta película resulta contrastantemente con lo que se puede esperar, en una historia de bondad y gratitud.
Siendo el espía encargado, Gerd Wiesler (Ulrich Mühe), un capitán de la policía política de la RDA, es comisionado para espiar de cerca al escritor Georg Dreyman (Sebastian Koch) y la popular actriz Christa-Maria Sieland (Martina Gedeck). Lo que el no sabe es que su vida cambiará desde entonces.
Escuchar ese universo sensible del escritor y el amor que hay entre el y Christa, empieza --como si de un rayo de luz se tratara- a infiltrarse en su corazón. El -Gerd- sabía que ella sostenía una relación extramarital obligada con un ministro del partido para prevenir que a su marido le ejecutasen como a los demás escritores. Toda la situación y escuchar las conversaciones, los pensamientos, el cariño que se profesaban y la música, especialmente la "Sonata para un Buen Hombre", empieza a tener una transformación y a apreciar esa vida de los otros que está tan llena a pesar de estar cercada de un sistema autoritario.
Un día, los eventos se desbordan. Georg --junto con varios amigos escritores-- planean la huida. Todo se precipita y el descubrimiento de la rebeldía del escritor y sus intenciones están a punto de ser desveladas, salvo que Gerd lo impide, haciendo uso de todo su conocimiento interno del sistema, salvándolo mediante ocultar todas las pruebas, más firmando con ello su sentencia de ser anulado para el resto de su vida en lo que antes era una brillante carrera en la Stasi y ahora ser condenado a ser un simple abre cartas en el correo común de la RDA.
Gerd queda convertido en una nada en el sistema, más lo asimila con una especie de serenidad de saber --después de su transformación-- que era lo único correcto que podía haber hecho.
Pasan casi cinco años y el Muro de Berlín es derrumbado abriéndose con ello una nueva veta de la historia de Alemania y del mundo. Gerd sin embargo queda por siempre convertido en un sencillo cartero.
Un día Georg vuleve a encontrarse con Anton Grubitz, un superintendente de estado en aquella época, quien con cinismo confiesa al escritor -que nunca supo de haber sido espiado- que por supuesto que había estado en el programa "seguimiento total". Georg regresa a su casa y encuentra en todas sus paredes el sistema de cableado de los micrófonos. Eso le da la tarea de averigüar porque entonces nunca fue descubierto ni detenido, así que llega finalmente al nombre clave de quien después de haber sido su espía, se convirtió en su ángel guardián.
Un par de años después, Gerd trabajando en su sencilla labor de cartero, pasa junto a una librería donde aparece un poster del afamado escritor, quien después de años de no haber escrito nada, ahora publicaba su nueva obra "Sonata para un buen hombre". Gerd entra, abre el libro, ve la dedicatoria y lee "XGW XX/7, Con agradecimiento", en silencio, mientras reconoce su número de identidad, va a la caja a pagarlo, cuando el dependiente le pregunta "Se lo envuelvo para regalo", el dice en dos sentidos ..."Es para mi".
Esta película me conmueve mucho porque aún cuando los motivos para tomar una posición de odio y reclamo eran todos, Georg entiende lo humano de Gerd y a su redención al salvarlo a costa de sí mismo.
A veces somos tan severos y estamos tan dispuestos a perder lo más por lo menos...
Esa es la fuente de dolor más grande todos nosotros seres humanos, cuando en un solo instante dejamos de ver la Luz que hemos tenido...
Este puede ser un mundo solitario, a menos que nuestros corazones no se permitan dejar de sentir gratitud.
Prana Pascual
Imagen; Escenas de "Das Leben der Anderen", Productora Bayerischer Rundfunk, en el blog:
