sábado, 13 de septiembre de 2008

Habilidad para Influir. Septiembre 13, 2008.

SÁBADO 13 DE SEPTIEMBRE DE 2008. Los escritos del Gran Kabbalista del Siglo XVI, Rav Isaac Luria (El Arí) nos han dado mucha de la sabiduría y de las herramientas que utilizamos en nuestra oraciones y meditaciones y las mismas son la base de nuestros cursos sobre reencarnación, meditación y sanación. Les llamamos "Los Escritos del Arí."

Sin embargo, el Arí no escribió estos libros él mismo. Fueron escritos por su mejor estudiante, Rav Jayim Vital. El Arí admite que su único propósito para venir a este mundo fue enseñar a Rav Jayim, y una vez que esas enseñanzas fueron transmitidas, El Arí dejó el mundo a la temprana edad de 38 años.


Comparto con ustedes esta historia porque es un maravilloso recordatorio de nuestra profunda responsabilidad hacia otros: transmitir la sabiduría de la Kabbalah, como un eslabón en estra gran cadena de kabbalistas que incluyen al propio Arí. El Arí sabía que tú y yo y muchos otros navegaríamos en nuestras vidas por medio de sus enseñanzas y también sabía que él era sólo otro eslabón en la cadena.

Toma tiempo este fin de semana para pensar a quién te conectas en esta cadena. ¿A cuántas personas conectas a sabiendas diariamente a la Luz? ¿Quién depende de tus consejos y tu guía? ¿Por quién meditas y escaneas? Todas estas personas se beneficiarán del aumento de tu conocimiento y apreciación de tu poder y habilidad para influenciar.
Yehuda Berg
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El cambio mundial que todos queremos ver se hará persona a persona.
El trabajo que buscamos lograr todos los estudiantes del Centro es el de traer a "Mesias", revelarlo, pero oh sorpresa, Mesias no es una persona, Mesias es toda una conciencia de una masa crítica de personas en la humanidad, gente como tú y como yo que podemos ser parte de esa conciencia.

Te habrás fijado que este blog se llama punto de Re-Unión...es por eso. Juntos estamos formando la conciencia de Mesias y se logrará, conectando cada vez más y más gente a la manera de pensar, ser, actuar de la Luz, es decir, el orden, el bien común, la dignidad, el amor al prójimo, compartir.


Puedes pensar que ya tienes una buena vida y que por eso tu no tienes prisa para subirte a este esfuerzo de conciencia...debo decirte que el mundo es más grande que tú y que yo, y que si no hacemos algo HOY, el mundo -incluso tu micro-mundo- seguirá deteriorándose y dejarás un trabajo más arduo para tus hijos.

El esfuerzo de la Luz no es personal -se percibe como personal porque tienes que trabajar en ser un buen canal de Luz-, pero un kabbalista es una persona que trabaja para el bien de la humanidad.

¿¿De verdad no sientes prisa por empezar tu trabajo espiritual??

El caos que pasa en el mundo: sobornos, secuestros, robos, guerras, peleas, es porque la gente no hace un trabajo espiritual, quizás tu tampoco lo haces...¿Quieres o no quieres que haya seguridad, orden, transparencia? ¡Empieza en casa que eres tú mismo! Si no eres parte de la solución, lamento decir que lo eres del problema =(

Shabbat Shalom
Prana Pascual

viernes, 12 de septiembre de 2008

En contra de tu Naturaleza. Septiembre 12, 2008

VIERNES 12 DE SEPTIEMBRE DE 2008. Espero que todavía estés tomando riesgos.

En una ocasión Rav Ashlag dijo: "las personas no valoran la espiritualidad porque piensan que no se requiere ningún esfuerzo, y que en cualquier momento que deseen involucrarse en la espiritualidad, pueden tener éxito.


Sin embargo, la verdad es que se necesita un gran esfuerzo. Cuando me levanto a la media noche a estudiar, lo primordial para mí es el esfuerzo, no la comprensión."


Sin ir en contra de nuestra naturaleza invirtiendo esfuerzo para superar los obstáculos, la Kabbalah simplemente no funciona.


Hoy, haz algo incómodo. Utiliza la experiencia para fortalecerte y llevar a cabo tu compromiso de mejorar tu vida.


Yehuda Berg
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elrincondesusu.files.wordpress.com/2007/12/ha... blog de Susana Hoggan

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Hace varios años, conocí a una chica inglesa muy bonita llena de talentos y de virtudes que le habían sido como regaladas por las hadas desde su nacimiento como a princesa de cuento. La llamaré "A".


Era una chica muy inteligente, con ese perfil que nos puede sorprender porque obtiene buenas notas en la matemático y en lo humanístico de igual manera, y parecía que su comprensión no tenía horizontes cercanos desde ninguna orilla en la que te pararas a buscarlos.


Era buena para la música (buena violinista) y era buena para las artes. Ví una vez el retrato que hizo de su esposo y era espectacularmente fidedigno.


Tuve la fortuna de hospedarme en casa de su madre, una hermosa casa antigüa cercana a Hyde Park, de pisos de madera que crujian al caminar, llena de libros, pinturas y objetos de valor artístico. Conversando con ella --que me tomó mucho cariño afortunadamente-- me decía que la hija que más le preocupaba era ella. Yo no comprendía porqué me lo decía, a mi me parecía un dechado de perfección, pero aprendí mucho de la respuesta de esta dama.


Ella me explicó que las otras dos hijas eran talentosas en algunos temas, en otros no, y eran quizás menos bonitas, pero era notable que esa aparente carencia era lo que hacía que pudieran haber desarrollado mucho más foco y energía en lo que habían elegido para hacer en la vida y que por ello eran éxitosas, tanto en su vida profesional como afectiva, sin embargo, "A" era tan absolutamente buena para todo que nunca nada la emocionaba lo suficiente porque todo lo dominaba rápido, entonces nada la retaba a entregarse apasionadamente.


Para mi en ese momento fué una revelación y ahi comprendí que la bendiciones que recibimos sólo las podemos activar a través de esforzarnos en hacerlas magníficas, en llevar nuestro talento a la mayor escala posible, ahí donde ya no nos es regalado, ahi donde ya no es sencillo, ahí donde sólo la dificultad, puede potenciar la felicidad de nuestra recompensa.
El esfuerzo es un regalo. No lo rehuyas.
besos,
Prana Pascual