domingo, 7 de marzo de 2010

Marzo 7, 2010. Manteniéndote humilde

DOMINGO 7 DE MARZO DE 2010

El fracaso te mantiene humilde. La humildad te acerca a Dios. Quizá hay más por perder de lo que nos damos cuenta.

Hoy, si te sorprendes reprochándote el no haber logrado lo que crees que deberías haber logrado, entonces piensa que estas experiencias de vida te están ayudando a tener éxito en tu trabajo espiritual. Ahí está lo que vale la pena.

Yehuda Berg
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El "fracaso" es un momento en la vida, lo que es importante de recordar es que "los momentos" son como fotos, no son ni todo el vídeo, ni mucho menos toda la película, no digamos la verdadera realidad.

Es un momento de fuego, eso sí, no quiere decir que su intensidad no sea lo suficientemente fuerte para dejar huella...y ojalá la que deje sea justo la cicatriz que te recuerde que hay que tener humildad para no encumbrarte con alas prestadas de cera como Ícaro.

Buscando la etimología de la palabra Humildad que viene de Humus-Tierra, mantener los pies sobre la tierra, también me encontré esta otra etimología que me interesó mucho. Quizás se hayan dado cuenta de que las etimologías me fascinan. Ir al "Keter" de las palabras. =)

No sé como una búsqueda se ligó a otra, pero así es el camino y no me pondré estricta de como llegué de un lado al otro, encontrarse es algo que pasa en la vida =)

"En Roma existían dos clases de hombres muy diferentes entre sí, el "vir" y el "homo". Por simplificar, el "vir" se correspondería con el señor, el guerrero, el hombre libre, el que no es propiedad de nadie, y sí en cambio propietario de tierras, ganados, hombres, mujeres y niños. El "homo", en cambio, se correspondía con el esclavo, del que era prácticamente sinónimo.

La "virtus" era el conjunto de comportamientos gracias a los cuales el "vir" podía mantenerse como tal. Y la falta de "virtus" era el conjunto de comportamientos que le podían hacer perder esta condición y que tenía que practicar en sumo grado cuando era sometido a la condición de "homo" o "servus". La "virtus" era, pues, el código de conducta del dominador, y la "humánitas" el código de conducta del dominado.

Este par de palabras, "virtus" y "humánitas" han contenido durante milenios las esencias de lo que hoy llamamos "la humanidad". Virtus claramente ha dado lugar a la palabra "Virtud", "Humanitas" a humano."

Humano-Humildad comparten una raíz o al menos una similitud en ella que nos avisa de nuestra condición cercana a la tierra, a no perder piso...pero me encanta la idea de que por medio de la Virtud puedas alzarte en una condición superior.

¿Sientes que has fracasado en algo? Ten la virtud de la humildad. Te hará simplemente un mejor ser humano para acompañar a los demás en este camino y es tan sólo un momento, pero en tu cargamento ya tendrás un tesoro de experiencia entre tu bagaje que te servirá para compartir con sencillez.

=)

No dejes de leer la Afinación Semanal de Yehudá que publiqué hoy mismo en el blog un rato antes que esta ¡Es muy enriquecedora! Hoy hubo Bonus Track =)

¡Feliz domingo Comunidad del Blog!

Prana Pascual





Imagen: James Penn Humbleness, me encantó poreue es la imagen de un Rey con rostro humilde =) Interpretalo como tu gustes ¿Es precioso no?

AFINACION SEMANAL Del 7 al 13 marzo 2010

Como saben, Yehuda Berg manda también Afinaciones Semanales.

Hoy quiero compartirles esta que me parece extraordinaria.

En breve pongo la del día, pero haré referencia en ella a que consulten esta también =)
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CIERRA LAS VÁLVULAS

En 1973, días antes de la Guerra de Yom Kipur, el Servicio de Inteligencia Israelí recibió numerosas comunicaciones que indicaban que fuerzas sirias e iraquíes se estaban movilizando. Sin embargo, el jefe del Servicio de Inteligencia militar en aquel momento, Eliyahu Zaira, dijo que eso no estaba ocurriendo. Él y su equipo creían, con total certeza, que las amenazas no eran ciertas, que no había necesidad de asustarse, que no iba a estallar una guerra. Declararon que habían recibido información que parecía contraria al resto de las comunicaciones.



Este incidente se conoce como La concepción , y fue investigado exhaustivamente en aquel tiempo.



Justo en la noche antes de Yom Kipur, el día más sagrado en Israel, cuando el tráfico cesa y el silencio y la serenidad impregnan las calles de todo el país, fueron enviados telegramas desde el Cairo y Damasco, declarando que iban a atacar al día siguiente. Cientos de miles de vidas más tarde, resultó obvio que las amenazas eran reales.



Miles de muertos, decenas de miles de heridos, y todo porque alguien, en alguna parte, tuvo certeza absoluta en algo falso.



Esta es una ilustración dramática de un punto muy simple. A menudo nos encerramos en sistemas de creencias y estamos cegados por esas creencias, como si el día 8 de marzo tu amigo insiste en que es el 4 de julio, aunque todos los calendarios, relojes y computadoras dicen lo contrario.



A veces necesitamos saber que estamos equivocados. Debemos tener certeza total en el camino en que nos encontramos, en cómo vivimos nuestra vida, pero no en otras cosas.



¿Te has encontrado alguna vez en medio de una discusión en la que ya no puedes seguir oyendo a la otra persona, como si tus oídos se hubieran desconectado? En esos momentos, resulta obvio cómo bloqueamos todo lo que oímos porque estamos demasiado bloqueados por dentro.



Pero también debemos estar atentos al cierre sutil de nuestras válvulas internas.



Algo no nos deja ceder, y como mi padre y maestro suele decir: "por todas las razones correctas" herimos, culpamos y a menudo nos lastimamos a nosotros mismos y a los demás. No hay duda de que Zaira pensó que estaba haciendo lo correcto, y que creyó que su decisión no lastimaría a nadie, sino al contrario. Pero, de nuevo, debemos aceptar el hecho de que a veces, aun con las mejores intenciones, estamos equivocados.



La persona que somos ahora mismo, con nuestra Luz y con nuestras limitaciones, existe porque estamos bloqueados en ciertas cosas. Cuando nos abrimos a otras cosas, otras personas, opiniones, historias, hechos y detalles, entonces podemos realmente dejar que la Luz penetre en nuestra vida.



Todo lo mejor,
Yehudá