lunes, 9 de mayo de 2016

9 de mayo de 2016. El milagro prometido

9 de mayo de 2016

Hoy mientras estaba buscando material de estudio para el blog, me encontré con una de las frases que probablemente me han sido más maravillosas de mis clases de Kabbalah de aquel entonces y que hasta la fecha me sigue pareciendo de mis preferidas.

Esta frase nos la compartió Ariel Grunwald cuando hablaba de la historia del Maestro de la buena palabra, el Baal Shem Tov y de cómo fue que su abuelo se ganó el mérito de gestar esa bendición de tener un nieto tan maravilloso que difundiría a la gente sencilla y simple como tantos de nosotros, el entendimiento de la Kabbalah. 

Este abuelo,  solicitó en algún momento, que sus méritos de compartir y ayudar a otros le fuesen recompensados con un nieto que iba a poder difundir la sabiduría entre muchísimas más personas, así que Ariel nos dijo:

"Cada uno de nosotros, es el nieto prometido para alguien, o el alma prometida a alguien; cada uno somos el milagro prometido para alguien."

Quizás no te has dado cuenta, pero es maravilloso que alguien te diga algo así, y mucho más si es cierto para esa otra persona. Tal vez tu como mamá, seas el milagro para tu hijo, o tu alumno, lo sea para ti que eres Maestro. Muchas maneras en que los humanos somos milagros los unos para los otros. El milagro prometido que quizás ni siquiera estabas al tanto de merecer. :-)

Habrá que honrar esa promesa. :-)

Vamos al Omer Comunidad, veamos cual es la sugerencia de trabajo de hoy:

"Hoy es dieciséis días, que son dos semanas y dos días del Omer".


Guevurá de Tiferet
Disciplina en Compasión
Para que la disciplina sea efectiva y sana precisa ser metódica y focalizada, Requiere discreción tanto en la medida de la compasión como en cuanto a hacia quién es dirigida. Es reconocer cuándo la compasión debe ser expresada y cuándo retenida o limitada. Disciplina en la compasión es saber que ser auténticamente compasivo exige a veces retener la compasión, porque ésta no es una expresión de las necesidades de quien otorga sino una respuesta a las del receptor.
*¿Soy más compasivo con extraños que con los más cercanos a mí? Si es así, ¿por qué? *¿Proviene la compasión de la culpa? *¿Mi compasión por los demás compromete mis propias necesidades? *¿Estoy ayudando a los demás a expensas de ayudarme a mí mismo? *Quizás lo cierto sea lo contrario: ¿mi compasión por mi familia y por quienes están cerca de mí eclipsa las necesidades de los demás?
*¿Es proporcional a las necesidades del receptor? *¿Puedo estar hiriéndolo con ella? *¿Abruma a los demás? ¿Es respetuosa? *¿Doy demasiado, o demasiado poco? *¿Se aprovechan otros de mi naturaleza compasiva?
*Cuando veo una persona necesitada, ¿expreso impetuosamente compasión como resultado de culpa o piedad, sin ninguna discreción? *¿Cometo el "delito" de compasión ayudando a alguien con algo dañino (dándole dinero para comprar una sustancia nociva, etc.)? *¿Me aboco a la tarea de determinar las necesidades de esta persona y a ayudarle de la mejor manera posible?
EJERCICIO DEL DÍA:
Expresa tu compasión de manera focalizada y constructiva teniendo en cuenta las necesidades específicas de alguien.
Info del Omer http://www.es.chabad.org/library/article_cdo/aid/672718/jewish/Segundo-Da-de-la-Tercera-Semana-Guevura-de-Tiferet.htm
Gracias!!
Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt | Coach
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