Yaakov, al enterarse de que Yosef vive, revive espiritualmente y desciende a Egipto con su familia, bendiciendo al Faraón y estableciéndose en Goshen (Gosen). Desde la Kabbalah, este reencuentro simboliza la unión entre Tiféret (Yaakov, equilibrio superior) y Yesod (Yosef, canalización de bendiciones), permitiendo el flujo de Luz divina.
Yosef envía carros para traer a Yaakov desde Canaán hasta Egipto y provee sustento a la familia durante la hambruna, administrando esa tierra. En perspectiva kabbalística, Yosef representa la unificación de las tribus y el poder de Yesod para transformar oscuridad en redención.
Normalmente, tenemos una impresión de que Egipto es por si mismo un lugar "malo" o de desconexión, pero a través de esta historia, vemos que ese lugar en el que reside nuestro ego, es posiblemente también el mejor lugar para que de la manera correcta, con el adecuado desarrollo espiritual, brillemos y prosperemos.
Donde vive el vicio, vive la virtud dice aquel viejo dicho popular; normalmente lo que nos caracteriza de manera negativa, bien balanceado, es donde podemos realmente ser distinguidos. Estando Yaakov (el equilibrio entre los extremos) y Yosef (ser justos y hacer restricción) bien alineados, la luz puede fluir hasta el mundo material con armonía.
Este es uno de los periodos más luminosos dentro de este libro del Génesis ya que es el tiempo de más paz después de todo el proceso de aprendizaje que se ha tenido desde esa infancia espiritual que está representada por Adán y Eva que ven corrupta la inocencia de su actuar por la tentación y la falta de experiencia y de conocimiento, y es a través de sus generaciones que se va dando la corrección, hasta llegar a este momento en que se logra el equilibrio, y por tanto la prosperidad en la tierra. Aún cuando haya retos en el exterior, vacas gordas u flacas, la decisión de cómo actuar al respecto hace la gran diferencia, eso será constante, las circunstancias cambiarán, serán más o menos favorables, el ser humano siempre tiene posibilidades de hacer lo mejor o lo peor con sus circunstancias.
Veremos que en el siguiente libro (Éxodo), el trabajo será salir de Egipto y dirigirse nuevamente hacia Canaán. Como veremos, el proceso es más importante que el destino.
¿Tú? Aprovechas tu potencial de la mejor manera posible? ¿Logras balancear tus luces y tus sombras para crear una bella obra de ti mismo? ¿Logras transitar bien entre tus polaridades? ¿Vives conscientemente tus procesos para sacar todo el aprendizaje posible?
Shabbat Shalom Comunidad
Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt
Apoyo de Perplexity IA
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