miércoles, 26 de octubre de 2016

El pecado de la lástima

Una de las cosas que nos narra la Biblia que sucedió cuándo el Creador preguntó a Adán qué habían hecho es que él en lugar de aceptar o de tomar una postura de responsabilidad, lo que hizo fue echar la culpa de que Eva le había convencido (la famosa tentación).
Nos explican los Maestros kabbalistas que más que comer del fruto, la salida del Jardín del Edén fue más resultado de esa falta de asumir su propia responsabilidad que cualquier otra cosa.

¿Qué nos quiere decir esto?

Hay muchas veces en la vida que no vamos a saber que hacer y es factible que nos equivoquemos. Hay muchas veces que vamos a errar y no es tanto la falla como el no reconocimiento de ella la que nos hace caer de verdad.

Ayer, hablaba con una paciente muy querida acerca de la lástima.

¿Has alguna vez sentido lastima por alguien? Te invito a que re-visites el tema a partir de lo siguiente:

¿Alguna vez has sentido la lástima de alguien hacia ti? ¿Qué se siente?

Quizás cuando alguien la experimenta con mucha constancia, puede empezar a creer que merece algo especial por su condición y quizás pueda manipular incluso a partir de ello. Pero piensa en un proceso en el que aún no estés tan habituado, que digan "uy pobre"…¿Qué pasa con eso? 

La lástima es una manifestación de limitación. De pensar que no hay nada más después de esto, que tu potencial se terminó y que no hay salida. Si se sigue así por un rato se empieza a actuar con ese tenor y se empieza a volver una fatal realidad, sin embargo, mientras aún tienes tu salud mental bien colocada, la lástima es un sentimiento que nos estorba. 

Todos podemos ser dignos de alguna piedad o misericordia, claro está, pero lástima es un límite muy extremo que te hace creer que genuinamente no hay ya ninguna posibilidad para ti.

No nos hacen un favor con la lástima, ni hacemos un favor teniéndola…imagínate lo que es ahora estar en constante lastima por ti mismo. Bloqueo total.

Cada situación en la que estamos, tiene una semilla de nuestra responsabilidad. Nosotros la cultivamos de la manera en que sucede aunque a veces perdamos de vista las raíces cuando ya vemos la copa muy elevada, pero siempre está nuestra mano depositando en la tierra la semilla inicial y el transcurso del proceso.

Sentir lástima de nosotros mismos o de otros es negarnos la posibilidad de mantenernos en un lugar en donde podemos corregir y seguir adelante.

Como Adán. Simplemente si hubiera asimilado lo que pasó como parte de su proceso de aprendizaje, no hubiera sentido esa expulsión de la consciencia.

¿Qué podemos hacer hoy nosotros en nuestro propio proceso? Nos vamos a sentir responsables y ponernos "manos a la obra" o culpables y con la sensación de que ya nada es posible?

Está en tus manos.

Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt | Coach
http://womenreading.tumblr.com/